Estábamos ahí los dos, una habitación desnuda. Sabíamos que el propósito por el que nos encontrábamos en el lugar era simple. Si hace unos meses me hubieran planteado la idea de un encierro con lo desconocido, me hubiera burlado de ello. Nuestras lenguas, físico, pensamiento y estatus eran muy diferentes, aunque nuestra situación era la misma. Primero llegué yo, estaba disfrutando de los jardines cuando todo se torno oscuro, al poder observar lo que había en mi alrededor solo encontré una habitación, grité todo lo que pude, sin embargo, nadie llegó a mi ayuda. Las comidas eran escasas y la higiene era casi nula. Los días pasaron, pero nada cambio, parecía que me encontraba en la oscuridad completa y una soledad que me consumía lentamente. Un día llegó él, su vestimenta era diferente, aunque sus rasgos distintivos lo hacían muy atractivo. A juzgar por las pocas joyas que le permitieron quedarse, su estatus social era alto. La habitación se volvió una cárcel callada, a pesar de mi nueva
En bondadoso sueño te miro,
realidad frágil, disuelta en fantasía.
no entiendo que es cierto y que es mentira!
Desesperación y bruma, poca cordura.
hechizo lamentable de razón,
pensamiento enterrado como aguijón.
Sueños de esperanzas se desatan,
incontenibles alas de anhelo
esperan emprender el vuelo
Tu compañía me alivia la carga,
es duro no saber cuando el sueño acaba.
Te sueño, me sueñas… nos soñamos.
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