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Ensayo - La infancia: relaciones entre los campos socioculturales desde la palabra, el lenguaje, y el aprendizaje
La infancia: relaciones entre los campos socioculturales desde la palabra, el lenguaje, y el aprendizaje
El
presente artículo reflexivo expone las relaciones que históricamente
se han establecido desde los campos socioculturales con la palabra,
el lenguaje, y el aprendizaje, en la infancia. Etapa esencial que
determina del accionar de los hombres en el barrio, el país, y el
mundo, contribuyendo a establecer una lectura e intervención
apropiada de la familia y la escuela, frente a los procesos de
enseñanza y aprendizaje en el mundo infantil.
Abstract
The present
reflective article exposes the relationships that historically have
been established from the sociocultural fields with the word,
language, and learning, in childhood. Essential stage that determines
the actions of men in the neighborhood, the country, and the world,
helping to establish an appropriate reading and intervention of the
family and the school, as opposed to the processes of teaching and
learning in the world of children.
Keywords:
Word,
Language, Learning, Language.
Introducción
La
infancia es el periodo que determina la vida de los seres humanos en
los campos políticos, sociales, culturales y económicos. En donde
la familia y la escuela se convierten en agentes socializadores, que
influyen en el accionar del infante en los sectores socioculturales.
Accionar que se establece desde la interacción y representación de
los otros, el significado de la palabra y los procesos de
aprendizaje. Según Gaitán (2006), los niños son y deben ser
sujetos involucrados en la construcción y determinación de sus
propias vidas sociales. En ese sentido, los niños son individuos que
cuestionan y proponen en los campos socioculturales. Lo que indica
que sus polifonías tienen que ser consideradas a la hora de tomar
decisiones que contribuyan a su desarrollo armónico.
Desde
esa perspectiva, la familia y la escuela deben tener una variedad de
instrumentos que les permita a los niños y las niñas, asumir sus
derechos y deberes dentro y fuera del aula. Lo que los instaura como
sujetos únicos en la construcción de su entorno. De acuerdo con
Acosta (1998), afirma:
“Pensar
en los niños como ciudadanos es reconocer igualmente los derechos y
obligaciones de todos los actores sociales” (P. 87). Desde
ese foco, los niños y niñas tienen que ser tratados como sujetos de
derecho, lo que implica un desarrollo integral. Herramienta
fundamental para posicionarse en los diferentes ámbitos sociales. En
ese sentido Diker (2008), afirma: “¿Qué
es un niño? ¿Sólo se trata de una cuestión de edad? ¿Es
suficiente la definición jurídica para delimitar el universo de la
infancia? ¿Qué tienen en común una niña de 12 años que ya es
madre y una que no? ¿Y los niños que trabajan o cuidan a sus
familias con otros que utilizan su tiempo libre en instituciones de
recreación o de complementación de su educación escolar? Frente
a estas cuestiones podríamos decir “Todos son niños” Pero
debemos reconocer que no todos transitan la misma infancia; ¿Entonces
vale la pena preguntarse, que es lo que hace la diferencia?”
(P.42). Los planteamientos
citados anteriormente, requieren una mirada desde los sectores
socioculturales. Sectores caracterizados por la intervención de la
familia, la escuela y las instituciones encargadas en pro de la
infancia, quienes deben entender que los infantes son un universo de
historias. Historias que necesitan ser abordadas desde los contextos
en que se desarrollan los niños y las niñas, lo que permitirá
comprender su concepción de infancia.
Sea
hecho un breve recorrido de lo que es la infancia y la importancia
que tienen la familia y la escuela, en su desarrollo armónico. Es
importante recalcar la relación entre el mundo social y el
individuo, lo que permitirá comprender esa interacción de los
infantes con su entorno.
- Relación entre el mundo social y el individuo
Históricamente
los seres humanos nacen con un conjunto de estrategias que les ayuda
adquirir conocimientos con los otros. En ese sentido, los niños se
convierten en agentes socializadores que establecen su mundo a partir
de factores socioculturales. Factores que se instauran desde ese
otro, que se convierte en ese par de juegos y procesos de
enseñanza-aprendizaje. Procesos que se instauran desde ese trabajo
permanente de la familia y la escuela, quienes determinan las pautas
de adquisición y conocimiento en los infantes.
Claro
que esto no lo explica todo los procesos de lectoescritura que
consisten en entrar y crear mundos posibles, no serían una realidad
sin la escuela y la familia, quienes son los causantes de la clase de
lectoescritores que serán los niños y las niñas. Partiendo que
estos procesos están marcados por el contexto y el texto, lo que
hace del lenguaje un principio pragmático porque adecua las palabras
y los significados, al entorno. No sólo para acceder al
conocimiento, también se posiciona la esfera de lo humano. Lo que
implica el uso de las dimensiones afectivas, sociales y expresivas,
que les ayudan a los sujetos a desarrollar posturas críticas y
propositivas, que apuntan a la transformación y participación de
los sucesos que ocurren en su entorno. Es decir, que los procesos de
lectoescritura no sólo son acceso a conocimientos específicos. La
esfera humana es esencial en estas herramientas, teniendo en cuenta
que no sólo entran las dimensiones afectivas, sociales y expresivas.
Si no que las experiencias significativas que han tejido los infantes
en los ámbitos familiares y escolares, desde acciones como recordar,
pensar y percibir, constituyen su posicionamiento en los campos
socioculturales.
Ahora
bien, parecería que este recorrido sería incompleto si no se
ingresara al desarrollo del significado de las palabras en la
ontogénesis. Finalmente, es en este desarrollo que se puede
comprender el accionar de los infantes en los diferentes contextos. A
continuación se presenta el desarrollo del significado de las
palabras en la ontogénesis:
- El desarrollo del significado de las palabras en la ontogénesis: Luria
Hablar
de la palabra es hablar de dos elementos fundamentales que permiten
comprender su funcionamiento en el contexto y el texto. El primer
elemento es la referencia objetal que se caracteriza por la
designación del objeto, el rasgo, la acción o la relación. El
segundo hace referencia al significado, que se caracteriza por la
separación de determinados rasgos del objeto en una determinada
categoría. Esos elementos permiten que la palabra se convierta en un
instrumento del pensamiento y medio de comunicación verbal.
Asimismo, estos instrumentos permitieron que Vygotsky descubriera la
proposición sobre el desarrollo semántico y sistemático de la
palabra. Al desarrollo semántico del significado de la palabra
Vygotsky lo denomino como el proceso de desarrollo del niño en el
uso de la palabra, que va cambiando en su desarrollo. Y al desarrollo
sistémico de la palabra como el cambio que se produce en las
distintas etapas del desarrollo, que cambia su estructura semántica
y sistémica. En ese sentido, la palabra se convierte en el reflejo
del mundo externo y sus enlaces, que cambia de acuerdo al desarrollo
del niño permitiéndole una estructura de su conciencia. Cabe
resaltar que el significado es un sistema estable que se encuentra
ligado a las palabras y sus generalizaciones, conservando diferentes
enlaces. Es así como los niños asocian las palabras de acuerdo a
las situaciones en que se las presentan, eso es el sentido. Además,
la referencia objetal de la palabra reacciona en el lenguaje positivo
del niño, pero se establece de acuerdo al desarrollo que se
entrelaza con el contexto. Esa referencia se desarrolla en los dos
primeros años de los infantes, lo que siempre variara es el sentido
de acuerdo al contexto.
Con
todo y lo anterior en la primera etapa del niño su desarrollo es
afectivo, un vínculo que principalmente establece con la madre o el
sustituto. En la etapa siguiente la conciencia de los niños y las
niñas, empieza a tener un carácter concreto e inmediato, lo que
permite que las palabras reflejen el mundo a través de un sistema de
enlaces concretos e inmediatos. Lo anterior permite evidenciar, que
la familia y la escuela son agentes indispensables a la hora que los
infantes hacen un uso adecuado de la palabra. Cabe señalar, que la
adquisición de la palabra en los niños y las niñas, no puede
resumirse a unas etapas. Es la construcción permanente de lo social
y lo cultural, que determina la vida de los infantes. En ese sentido
la cultura infantil se ha venido entretejiendo desde un ámbito del
entretenimiento, el apoyo y el placer, que se encuentran para
construir nociones de lo que significa ser niño. Ocupando una
posición que se traduce en el género, raza y clase social, a través
de la cual cada uno se define en relación con una mirada del otro.
Sin embargo, la cultura infantil sigue siendo ignorada especialmente
en el mundo de los filmes infantiles, quienes se han encargado de
homogeneizarla e instaurar roles que la familia y la escuela no dan
claramente. A este propósito se hace necesario que la familia y la
escuela empiecen darle sentido a la voz de los niños desde sus
necesidades, gustos e intereses, que les ayudarán a ser críticos y
propositivos, frente a los distintos escenarios que les presenten. Es
decir, que se requiere una infancia que trate a los niños como un
sujeto social, cognitivo, físico y moral, basta ya, de hacer
apología a un infante pasivo caracterizado por el consumismo.
Consumismo que ha venido relegando esos juegos como la golosa,
ponchados, stop, etc., distorsionando la interacción del niño con
sus pares y su proceso de imaginación, obligándolo a cumplir
expectativas del adultocentrismo. Lo que hace que el niño sufra al
cargar con frustraciones, anhelos, culpas, etc., que no le
pertenecen. Instaurándolo como objeto del deseo generacional de unos
adultos que no han podido entender, que es un sujeto que tiene su
propia voz y por tanto demanda sus propios deseos. Entonces, el
llamado es a que se mire los procesos de interacción que tiene el
infante en los campos socioculturales desde diferentes visiones
puesto que todos los niños no son iguales, por lo que se hace
necesario utilizar diferentes herramientas que ofrece la
transculturalidad.
Se
ha hecho un breve recorrido sobre la importancia de la relación de
la familia y la escuela, en la interacción de los infantes con los
otros y el significado de la palabra, que determina su
posicionamiento frente a los distintos ámbitos culturales. Es
necesario recalcar el uso del lenguaje instrumento fundamental de las
relaciones citadas anteriormente.
- Lenguaje y construcción de la representación del otro en los niños y las niñas desde Cabrejo
El
lenguaje abarca toda la manifestación del fenómeno lingüístico,
como los aspectos físicos, fisiológicos, patológicos, sociales y
culturales. El lenguaje es el conjunto de instrumentos que utilizan
los hablantes, al margen de la lengua común, para manifestar
sentimientos, pensamientos, deseos y actos de voluntad. En ese
sentido los bebés tienen una alta sensibilidad a la voz humana,
específicamente a su madre. A partir del cuarto mes, todos los bebés
del mundo construyen su escritura interna, con el propósito de ser
un sujeto enunciador. Constituyéndose el balbuceo en un momento
crucial de la psiquis humana pues es la construcción del sujeto
humano, que pasa del grito a la demanda. Es decir, la construcción
de un otro interior para que exista el otro exterior. Valiéndose de
las habilidades que tiene el ser humano para reconstruir gestos,
movimientos y operaciones mentales, a través de la percepción
auditiva y visual. Además, por medio del balbuceo el niño construye
su voz apoyándose en el otro, de esa manera el otro se escribe
simbólicamente en los sonidos del lenguaje. Es así como la cultura
juega un papel esencial en la construcción del lenguaje de los
infantes, por medio de las nanas, los cuentos y los mimos, que son
claves en su desarrollo. Desarrollo que se debe complementar
hablándoles continuamente a los niños, lo que les permitirá
consolidar su voz e interactuar con los otros, y ser sujetos de
comunicación. Teniendo en cuenta que la psiquis humana es híbrida y
que todos llevamos a otro que hace parte de nosotros, y ese otro
permite comenzar a utilizar el lenguaje.
Un
lenguaje convertido en una serie de teatro donde se pone en escena lo
invisible de la psiquis, creando un lenguaje dirigido al otro. Esa
psiquis se transforma en un universo semántico, musical, rítmico y
armónico, empezando aparecer el movimiento de las palabras. En esa
dimensión, las representaciones son las que determinan que exista la
literatura que es la que hace posible la creación de personajes
simbólicos. Es decir, la cultura conjunto de representaciones
mentales para hacer que la vida psíquica individual y social, sea
posible. De ahí que existan los cuentos, la lengua, los relatos y
muchas otras manifestaciones culturales. Entonces, el lenguaje se
origina por la necesidad de comunicación de unos hombres con otros,
y como manifestación de la sociabilidad que caracteriza al ser
humano.
Desde
esa perspectiva, se hace necesario un acercamiento al aprendizaje
desde la participación guiada por los adultos. En otras palabras, la
escuela y la familia, agentes socializadores del proceso que
determina las posturas de los niños y las niñas, frente al
contexto.
- El aprendizaje desde la participación guiada con adultos: Bárbara Rogoff
Los
procesos de aprendizaje se producen desde la interacción con los
otros, donde el lenguaje juega un papel clave. Caracterizado por la
comunicación entre el niño y su cuidador, y un alto grado de
sensibilidad a partir del dialogo. Instrumento que captura la
atención de los infantes, por medio de objetos que determinan
acontecimientos. Acontecimientos que utilizan los adultos desde la
lectura de cuentos y conversaciones permanentes, que hacen que la
memoria de los niños se desarrolle. Asimismo, los niños aprenden
más de esa interacción con los adultos puesto que es receptiva e
instructiva, ofreciendo diversos contextos. En donde los educadores
son agentes esenciales, en la interacción con pares que son útiles
en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Es decir, que gracias a
los procesos de interacción que establecen los infantes con la
familia, la escuela y sus pares, sus desarrollos cognitivos se dan de
manera oportuna. En contextos políticos, sociales, culturales y
económicos, de un barrio, un país y del mundo. En ese sentido, la
tarea de los profesores y los padres deberá encaminarse a crear
espacios que les permitan a los niños y las niñas, interactuar
desde los diferentes sectores socioculturales. Con el propósito de
hacer un uso adecuado de la palabra, del lenguaje y el aprendizaje,
Instrumentos esenciales que los convierten en sujetos de
comunicación.
- Para concluir
El
lenguaje es fundamental para la comprensión del mundo en el que vive
el niño. Pues es gracias al lenguaje, que el niño alcanza una
comprensión del significado del mundo social en el que interactúa,
con el propósito de convertirse en un miembro competente de la
sociedad. Sin lugar a dudas el lenguaje es esencial para la vida
humana, gracias a él, nociones tan importantes como las matemáticas,
el arte y los juegos, proporcionan la lectura en palabras de grandes
pensamientos y realizaciones. Es decir, que el lenguaje pasa de
símbolo y signos a una cálida y emotiva narración, que hacen de
los hombres que alguna vez fueron niños, se apasionen por la
palabra. Sin embargo, también a menudo, los medios instauran los
comportamientos familiares e infantiles, desde una lógica de
marketing comercial que busca aumentar la diferenciación de la
empresa que difunde los programas. Lo que conlleva a que desde el
lenguaje se convoquen los sistemas de valores y desde estos se
estabilizan, consolidan y transforman, sistemas de creencias que se
comparten en un campo discursivo. Creencias que no siempre son las
adecuadas; en un mundo que día a día plantea desafíos a la hora de
afrontar la otredad. En la que es necesario repensar y enriquecer las
relaciones de niños, niñas y adultos, como sujetos protagónicos de
la relación. Una relación que se mida por la participación social,
no por una participación del consumo que es el himno de los estados
neoliberales que en vez de generar sujetos participativos genera
consumidores o clientes.
La
tarea ha de centrarse en pensar a la infancia como espacio o lugar en
el que se genera las condiciones adecuadas para iniciar a los
infantes en la vida social. Son ellos quienes con el trascurso de los
años serán actores sociales. Actores sociales que están
constituidos por una pluralidad de mundos que nacen de las palabras,
que representan o simbolizan los sucesos que viven los pequeños. La
palabra ha sido considerada como la herramienta que utilizan los
humanos para aproximarse unos a los otros, para comprender que en su
caminar las historias se entrelazan. Esto es, la palabra como
construcción de la imaginación de los pueblos que han hecho de sus
acontecimientos un devenir. En ese sentido los niños y niñas han
venido construyendo sus mundos desde la música, la literatura y la
poesía, esta última como instrumento de recuperación de un mundo
dividido, fragmentado. La poesía y la filosofía fueron separadas en
un momento caótico de la historia no narrable del pensamiento, lo
que hace que los poetas tengan la labor de unir el pensar con el
sentir, el amar con el crear. Quehacer que hacen los infantes en la
implementación del conocimiento con el afecto, de tal forma que su
crecimiento no solamente es individual sino grupal, en ese
intercambio de afianzar valores, para superar frustraciones y
posibles errores. Al respeto conviene decir que la labor de escuela y
la familia debe centrarse en enseñar a pensar, reflexionar, analizar
y ordenar el pensamiento. Enseñar a pensar es enseñar a dudar, a
cuestionar, interpelar, plantear preguntas y buscar soluciones. Es
decir, que enseñar a pensar a los infantes es conciliar la
comprensión con la aplicación, es buscar los aspectos positivos,
negativos e interesantes de las cosas, es echar a volar la
imaginación para soñar con el futuro, es interpretar y es también
desaprender esquemas que han perdido validez.
Referencias
Acosta
Ayarse, A. (1998). Planeación
y derechos de la niñez.
En Alvarado, S. y Ospina, H. Ética ciudadana y derechos humanos de
los niños. Santafé de Bogotá: Cooperativa Magisterio.
Diker,
G. (2009). ¿Qué
hay de nuevo en las infancias?
Buenos Aires: Instituto del Desarrollo Humano-Coedición Universidad
Nacional General Sarmiento- Biblioteca Nacional.
Gaitán,
L. (2006). Sociología
de la infancia nuevas perspectivas.
Madrid: Editorial Síntesis.
Luria,
A.R. (1995). Conciencia
y Lenguaje.
Visor. Madrid.
Rogoff,
B. (1993). Aprendices
del pensamiento.
Barcelona: Páidos.
Santamaría,
Flor Alba y Barreto, Martha Elena. (2007). Lenguaje
y saberes infantiles.
Ed. U Distrital. Bogotá.
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